jueves, 31 de julio de 2008

Messi se viste de celeste y blanco

Por fin se terminó la novela. Messi va a los juegos olímpicos de Beijing. ¿Se terminó la novela? En Barcelona prometen seguir dando batalla a través del TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), apelando la tardía decisión de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociados) de obligar a los clubes a ceder a los jugadores menores de 23 años para que vayan a sus selecciones.

"Aceptamos la decisión de la FIFA. Espero que la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) se comporte del mismo modo si el tribunal falla a favor nuestro", dijo el director técnico del Barcelona Pep Guardiola, aunque luego le resto importancia al alejamiento de "la pulga", y expresó: "Viviremos sin él". Lo cierto es que el TAS ya se declaró incompetente en otros casos similares y todo indica que "Lio" va a poder jugar en China sin inconvenientes.

Esta es una nueva batalla de millonarios intereses, con extensos antecedentes, que esta vez parece haber ganado la AFA. No se explica como se siguen dando este tipo de discusiones en torno a lo que debe hacer o no un jugador, y por qué la FIFA no propone una reglamentación sin lugar a las especulaciones financieras de empresarios y marcas ligadas al fútbol. Hasta se dice que Nike, que patrocina al Barcelona,y Adidas, que patrocina a la selección, estuvieron metidas detrás de toda esta puja por la joven estrella oriunda de la ciudad de Rosario.

¿Por qué Julio Humberto Grondona, dueño del fútbol argentino y vicepresidente de la FIFA no tomó cartas en el asunto e inclinó la balanza en favor de los intereses de Messi (que siempre dijo que quería ir a los juegos) y de la selección argentina?

Detrás de todo esto hay muchísimos milllones de dólares (o euros), y nadie quiere quedar mal con nadie. Barcelona por su parte quiere contar con su estrella para el inicio de la Liga más importante de Europa y la que más dinero reparte (la "Champions League"). Hace pocó aumentaron el sueldo del jugador argentino para que no sea tentado por otros clubes; si logra algunos objetivos que no parecen lejanos, Messi puede llegar a cobrar 12 millones de euros al año. ¡Cómo para no pelearse con la AFA por no ceder a este jugador que les cuesta tanto dinero!

Lo cierto es que la monopólica FIFA, que nuclea a casi todas las asociaciones de fútbol del mundo, debería ser más clara y sentenciante en sus comunicados o decretos, para no dejar ningún vericueto legal para que los clubes, presionados por empresarios y por sus finanzas, pretendan adueñarse por completo de los jugadores y no cederlos a las selecciones.

La selección nacional, en donde también cobran importantes sumas de dinero por jugar, es el único ambiente en donde al menos se tiene la sensación de que los jugadores juegan movidos por el honor y el orgullo. El gran negocio del fútbol ha destruído esto hace tiempo pero los hinchas apasionados por este deporte seguimos enceguecidos al respecto.


La selección nacional es donde creemos que los jugadores juegan "por la camiseta". Por eso la FIFA debe ponerse más severa en este sentido y respetar el único lugar donde se conserva algún grado de amateurismo (o donde al menos creemos que se conserva).

Es inadmisible que un club pretenda no ceder a un jugador a su selección, menos cuando se trata de una competencia formal, y no un mero amistoso internacional.

La tardía desición, quizá fue por que la FIFA no organiza este torneo y no le interesa económicamente que Messi este en los juegos olímpicos, pero esto si interesa a millones de personas que hacen del fútbol la principal insignia patria de Argentina (mezcla peligrosa entre patriotismo y deporte que no puede desterrarse de nuestro país por la pasión que encubre al fútbol).

No comparto esto último, creo que el fútbol es un deporte profecionalizado y devastado por empresarios, en donde no deben ponerse en juego consignas patrióticas, pero si deben respetarse las ilusiones de los hinchas que al menos pretenden ver en su selección a los jugadores que idolatran y que los hacen aislarse por 90 minutos de la caótica realidad que les toca vivir.

Por eso la FIFA, debe al menos respetar el ámbito de las selecciones nacionales y exigir de manera fehaciente que se cedan los jugadores a las mismas, y dejar de lado por un momento los intereses económicos que la motivan permanentemente.

Ojala que todo esto valga la pena y Messi junto a los demás representantes del país nos regalen momentos de fútbol para disfrutar y gozar, como lo hizo la selección de Bielsa en los juegos de Atenas 2004 donde por primera vez se obtuvo el oro olímpico en esta disciplina.

Espero que puedan aislarse un momento de todos los millones de dólares que hay en torno a ellos y que defiendan la camiseta por amor y orgullo, como lo harían las millones de personas que van a estar siguiéndolos por televisión.

jueves, 24 de julio de 2008

¿NUEVA ETAPA?

"Crónica de una muerte anunciada", fue el título de una de las novelas que en 1981 publicó el escritor colombiano García Márquez. Título que grafica de manera inequívoca la salida del ex jefe de gabinete, Alberto Fernández.

El desgastado ancho de espada de la gestión kirchnerista, no aguantó más. "En este esquema no tengo nada que hacer", expresó. No podía seguir conviviendo con enemigos como Julio De Vido (ministro de Planificación), Guillermo Moreno (secretario de Comercio), Carlos Zannini (el secretario Legal y Técnico), todos miembros de círculo íntimo del ex presidente, del que supo ser parte, pero del que en los últimos tiempos debió distanciarse.

La tremenda exposición mediática a la que fue empujado por todos los conflictos del gobierno de Néstor Kirchner y ahora en el de Cristina Fernández (léase INDEC, Skanska, bolsa de Micheli, maletín con petrodólares de Antonini Wilson, enfrentamiento con el grupo Clarín, el proyecto del tren bala, etc, etc, etc.), lo pusieron como la cara visible y consecuentemente el blanco de todas las críticas.

En un principio se cargó con toda esta mochila de inconvenientes y defendió el proyecto del ex presidente con una gran convicción. Pero la crisis con el campo y la derrota en el Congreso fueron un golpe letal para el ex jefe de gabinete. Nunca pudo entender como se llegó tan lejos con este problema, al que intentó darle un golpe de timón; movida que le ocasionó el alejamiento de Néstor Kirchner, enceguecido en su disputa con las entidades del campo. El diálogo con el presidente del PJ estaba cortado, y el ex jefe de gabinete se había volcado hacia la figura de la presidenta, para aportarle una visión crítica de las políticas que estaban llevando a cabo su marido y su entorno en el poder. Hasta dicen que fue Alberto Fernández el que convenció a Cristina para que no renunciara ante el pedido de "dejar todo" de su marido, luego del voto no-positivo de Cobos.


Era el único que intentaba en el último tiempo frenar el doble comando, según escribió el periodista Julio Blank en Clarín. Pero esto le hizo perder espacio en el gobierno. Gobierno al cual ya no pretende encubrir, por que ya superaron un límite. Por eso en su renuncia pretende, y avizora una "nueva instancia" en esta gestión.

La realidad es que empezaron a producirse cambios, pero parecen superficiales. Se fue, en medio de la conmoción por la salida de Alberto Fernández, el secretario de agricultura, Javier De Urquiza. En su lugar, asumió Carlos Cheppi. De Urquiza había quedado desprestigiado por la escasa participación en el conflicto con el campo, ofuscado por la figura de Moreno. Era incomprensible que una secretaría tan importante para el sector agropecuario no tomara cartas en el asunto, pero en fin, Cheppi tomó el cargo con la dura tarea de reacomodar la posición de esta secretaría. Un cambio menor dentro del cuadro del gobierno.

La asunción de Felipe Massa, el ex intendente de Tigre, como jefe de gabinete, no parece tampoco ser un cambio profundo. El círculo íntimo del presidente del PJ, Néstor Kirchner, sigue firme. No se soluciona el problema de desgaste de la gestión actual, con la renuncia de Alberto Fernández, uno de los pocos que intentaba limitar los embestidas del ex presidente en la toma de decisiones del Poder Ejecutivo. Sino que parece todo lo contrario.

Suena a un mero cambio de figuritas, que el ex candidato presidencial Roberto Lavagna (no me pregunten si ahora es nuevamente opositor o sigue en pie su acuerdo con Kirchner por que no se) calificó como "el juego de la silla, donde las mismas caras cambian de posición". Se olfatea que no van a producirse cambios en la forma de gobernar del kirchnerismo, generando confrontaciones y renovando viejos rencores de la sociedad. Como dijo el periodista van der Kooy, con este reemplazo, "se fortalece el viejo sistema de los Kirchner", en donde sólo se aceptan voces consonantes con el proyecto de gobierno, y se respeta a los soldados fieles, dejando de lado las voces disidentes.

Esto es peligroso. Realmente se necesitan cambios. Cambios en serio. Como puntapié inicial, Cristina debería empezar a gobernar y tomar decisiones propias, ese sería el primer y esperanzador paso. Luego debería formar su propio gabinete, con gente nueva, con motivaciones personales y capacitadas para gestionar con emprendimientos propios, no con títeres que se van modificando según la ocasión y el gusto del ex presidente.

Algunos creen que este cambio comenzó. Otros dudan de que sea así. Todos coinciden en que es necesaria una nueva etapa, un aire fresco para que esta gestión a la que le quedan más de tres años de mandato y que ya no puede cargar con el peso del gobierno anterior.

jueves, 17 de julio de 2008

DEMOCRACIA

La cámara de Senadores trabó el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para transformar en ley la resolución 125 decretada el 11 de marzo pasado por el entonces ministro de Economía Martín Lousteau. En una extensa y dramática sesión, la cámara alta rechazó la aplicación de retenciones móviles a la venta de granos al exterior.

El vicepresidente Julio César Cleto Cobos, tuvo la decisión final por que se dio un histórico empate entre 36 senadores que le dieron el visto bueno al proyecto oficialista y 36 congresistas que pretendían que dicho proyecto sea modificado.

Pasadas las 4 y cuarto de la mañana, Cobos tuvo que decidir el futuro del país. Lo hizo siguiendo sus convicciones. Fue un triunfo de la democracia; se reavivan esperanzas en cuanto a los políticos de nuestro país, de los cuales atinamos a creer que sólo persiguen intereses económicos dejándo de lado las necesidades de sus votantes.

Sus ideales no se resignaron frente a las tantas presiones que deben haber pesado sobre él. Su cara lo decía todo, entre susto, nerviosismo, presión, cansancio, atinó a decir que su voto no iba a ser positivo. Era tanta la carga que ni siquiera se animó a decir que estaba en contra del proyecto defendido con los dientes apretados por el presidente del PJ Néstor kirchner, y todo su círculo cercano.


Aunque tímida, la de Cobos fue una demostración de valentía. Parecía imposible que alguien del gobierno se atreviera a enfrentar al "primer caballero". Todo aquel que atinaba a correrse del discurso oficial era desterrado de la escena política, pero nada menos que el vicepresidente, atinó a ponerle un freno a esto.

Con esta decisión, se realzan las instituciones del país. Por un lado el Congreso vuelve a ocupar el espacio que le fue quitado durante mucho tiempo por regímenes presidencialistas, que transformaban esta necesaria institución en un mero brazo político del Poder Ejecutivo. Por otra parte, Cobos revalorizó un puesto condenado al olvido por la historia y por los ciudadanos, que es el de vicepresidente. Estos a partir de ahora dejarán de ser figuras decorativas dentro de un gobierno.

Ese era el plan del kirchnerismo, pero el tiro le salió por la culata. La tan mentada concertación plural, y la incorporación de los radicales K al proyecto del gobierno iniciado en el 2003, fue sólo una maniobra política, abandonada desde el momento en que empezaron a escucharse voces disidentes entre estos espacios ideológicos devenidos en oficialistas. Ni bien el vicepresidente empezó a tratar de solucionar el problema por vías paralelas al plan K, se le recriminó y criticó esa jugada, sin pensar que esto podía llegar a ocurrir. Pero por esas vueltas de la vida, Cobos tuvo en sus manos este impensado poder para derrivar este proyecto que el gobierno utilizó como emblema de su gestión. Y así lo hizo. Fue una abofetada durísima para Cristina Fernández y su marido, que transformaron este debate en una lucha de vida o muerte.

¿Qué hará ahora Néstor Kirchner? Esa es la pregunta que todos nos hacemos, estamos ansiosos por escuchar que dice el presidente del PJ. Que bueno sería que reconozca la derrota y su esposa analice nuevamente la situación y realice modificaciones contundentes al proyecto de las retensiones móviles. Tiene la posibilidad de dar marcha atrás con este decreto de una manera prolija y sería visto como un gesto de grandeza. Es la oportunidad para rearmar una política-económica llena de baches que generó una crisis impensada, innecesaria e inoportuna de más de 120 días, que ya está mostrando sus consecuencias en el interior del país, donde muchas fábricas empezaron a cerrar sus puertas y la economía está casi parada.

¿Aprovechará esta nueva oportunidad de negociar el gobierno? Esperemos que así sea y que su rencor y soberbia no los cegue una vez más.

El marco democrático le dijo basta a esta forma confrontativa de hacer política. El Senado reflejó principalmente el cansancio de la sociedad con el discurso kirchnerista que abre contínuamente las heridas del pasado y no deja descansar a la memoria.

Quizá este sea el primer paso para que el gobierno se de cuenta de que con ese juego de las muestras de poder en la calle con orquestadas manifestaciones sólo se dividía a la sociedad, y se fomentaba el hartazgo de la gente. Ahora el gobierno debe tratar de unir lo que dividio consciente o inconscientemente. No es nada fácil, pero para solucionar este problema se debe buscar consenso, se tiene que escuchar al otro y tenerlo en cuenta a la hora de tomar decisiones en las que está en juego el futuro del país, como lo fue está de lanzar unilateralmente la resolución 125, donde no se tuvo en cuenta a una vasta porción de la población.

Es alentador este aire fresco de democracia en momentos en que parecía que todo se encaminaba a una polarización de discursos autoritarios que reavivaban fantasmas del pasado que no pretendemos que vuelvan a aparecer.

Espero que el discurso del gobierno sea conciliador y no fomente reacciones como las de esta madrugada cuando militantes kirchneristas arrojaron proyectiles contra el Congreso luego de el NO de Cobos. Reprochable actitud pero entendible a la vez, ya que a eso llevó el ex presidente a sus militantes con sus efusivos y agresivos discursos. También despertó, con sus agresiones, todo tipo de muestras de odio y rencor de manifestantes opositores que escracharon a los congresistas que votaron en contra de sus intereses. Otra actitud reprochable que debe mesurarse desde las esferas del poder.

El conflicto aún no está solucionado. La 125 sigue vigente hasta que la Presidenta diga lo contrario. El Senado le marcó el terreno. Le demostró, como la impresionante manifestación del martes en Palermo, donde está la mayoría. Creemos en la inteligencia de Cristina Fernández como para hacer una correcta lectura de la situación, y conduzca al país hacia la senda del crecimiento y el desarrollo, y no lo haga caer como hasta ahora, en el camino de la polarización y la agresión.

jueves, 10 de julio de 2008

UNA VISIÓN DISTINTA DE UNA REALIDAD DIFERENTE

La semana pasada la cámara de diputados aprobó el decreto del 11 de marzo mediante el cual se fijaron retenciones móviles para la exportaciones de soja, trigo y maiz. El debate fue muy jugoso y efusivo y es realmente positivo que se haya llevado a cabo un acto de estas características, ya que se reafirman las institucions democráticas que a veces parecen sucumbir ante regímenes autoritarios y de un nivel de presidencialismo alto. Pero no me voy a centrar en este hecho.

Fuera del parlamento, justo en frente del mismo, en la Plaza Congreso, se estaba dando un debate muy particular. Agrupaciones kirchneristas, de la oposición y grupos "neutrales", montaron varias carpas para demostrar su apoyo a los funcionarios que dentro del Congreso los representaban y debían decidir si transformaban en ley el decreto firmado por el entonces ministro de Economía Martín Lousteau, o lo anulaban. Finalmente la cámara baja aprobó el pryecto enviado por el Ejecutivo y el miércoles próximo en el Senado se debatirá si se transforma en ley o no.

La plaza de las carpas era un escenario con ribetes circenses que le quitó y le quitará seriedad al acontecimiento que se produjo y se producirá en el interior del parlamento. Pero este espectáculo que demando tiempo y sobre todo dinero por parte de las agrupaciones (hay 7 carpas kirchneristas, una de la grupación de Raúl Castells, que apoya al campo, una de agrupaciones indígenas que se mantienen neutrales, al igual que la carpa de los evangelistas, que sólo pugnan por la paz social), esconde un debate encarnizado. Con todas las charlas y presentaciones que se brindan en el interior de las construcciones de diversas calidades y amplitudes, se esta intentando moldear a la opinión pública. Lo que los políticos muchas veces denominan "ganar la calle". Imponer un visión del tema que sea la más aceptada por la gente. Esta particular forma de hacerlo surte el efecto contrario. La gente está cansada de todos estos gastos innecesarios. Era chocante ver los plasmas y los imponentes equipos de sonido de las carpas de las agrupaciones afines al gobierno.

En mi recorrido por la plaza de las carpas me tope con dos extranjeras. Stefani tiene 21 años y es oriunda de Méjico, pero vive en USA desde hace 13 años, y esta como estudiante de intercambio en el país. Ngoc de 27 años, estadounidense, hija de vietnamitas, vino a Argentina aprovechando la estadía de su amiga.

Las chicas no quisieron perderse el llamativo acontecimiento de las carpas. Sorprendidas y maraviladas al mismo tiempo, vivitaron algunas carpas kirchneristas donde se transmitían discursos por altoparlantes, vieron las carpas de los indigenas y de los evangelistas, y no se animaron a probar las tortas fritas en la carpa de Castells (la fila de gente esperando las desmotivó).


Me comentaron que estas cosas no suceden en el país en el que habitan, que esto es todo muy raro para ellas. "En USA, los gobiernos se encargan de que la gente no note las manifestaciones y que éstas no perturben el correcto funcionamiento del sistema", expresó Stefani. ¿Cúantas diferencias con las formas de hacer política en nuestro país donde permanentemente se fomentan actos y manifestaciones como éstas, no?
También me contaron que todo eso es visto como una pérdida de tiempo y la gente prefiere trabajar y no involucrarse con actos de ese tipo. ¿Cúantas diferencias con la ideología de nuestra sociedad, no?
Las chicas terminaron su paseo subiéndose a la calesita, para ellas todo fue un divertimento pasajero, una anécdota más en sus vidas. Para otros esto pasa desapercibido y ya naturalizaron este escenario tan particular de carpas, banderas, y carteles con consignas políticas. Para los niños que jugaban a la pelota en medio de la plaza como si nada estuviera pasando, todo esto les es ajeno, no se contaminan con los discursos que intentan imponer diferentes formas de pensar el desarrollo de un país. Y para otros, como todos los manifestantes que se acercaban al lugar, este conflicto plítico-económico es una cuestión en la que ponen todo su empeño y arriesgan hasta su propio físico, ya que sus futuros dependen de como termine inclinándose la balanza.

Sólo mencione algunas de las diferentes posturas que pueden adoptarse ante esta problemática que asota al país hace más de 120 días. No digo que una sea buena y la otra mala. El problema yace en que hay veces que no se respeta la posición del otro. No se lo reconoce. Y esta falta de honestidad pueda generar problemas aún mayores.
Por el bien del país, ojala se siga discutiendo sobre este tema en las instituciones democráticas y sea cual sea la solución del conflicto, esperemos que ésta sea respetada por toda la sociedad.