sábado, 26 de abril de 2008

OTRO FERNÁNDEZ PARA REAFIRMAR EL MODELO K.

Un nuevo Fernández asume en el gabinete de Cristina para reafirmar el modelo político-ecónomico que están llevando a cabo desde hace 5 años los Kirchner.

Martín Lousteau, que apenas estuvo 137 días al frente del ministerio de Economía, tuvo el atrevimiento de cuestionar el modelo K, y plantear un "enfriamiento" de la economía. Este discurso alejado de lo que pretende el ex presidente Néstor Kirchner, le costó el puesto, y debió renunciar. Esto es mala palabra y va en contra de las ideas de alentar el consumo que tienen los que manejan la economía del país, y como ya han demostrado con el tema de la inflación, no permiten ni toleran voces disidentes.


En su lugar asumió Carlos Fernández, alguien que a primera vista, parece no va a desafiar el modelo K y va a seguir al pie de la letra de las indicaciones del presidente (del PJ; recordemos que Néstor Kirchner va a ser proclamado presidente del Partido Justicialista, y va a llevar a cabo la "reorganización" de este híbrido partido político donde conviven un gran conglomerado de ideas).

La crisis con el campo parece que va a seguir, el discurso que pronunció el presidente (del PJ), en Ezeiza, hace pensar que las intenciones del gobierno, pese a la salida de Lousteau (el que anunció las reteciones móviles, causantes principales de este conflicto), es de seguir adelante con las medidas propuestas y no ceder más de lo que se consedió (sólo algunos "compensaciones para los pequeños productores")


La ratificación de Guillermo Moreno como Secretario de Comercio, no hace más que afimar lo antes expuesto. El cuestionado funcionario, que mantenía un indisimulable disputa con el ahora ex ministro de Economía, va a seguir manejando el timón de las negociaciones. Teniendo en cuenta las denuncias en contra de Moreno por aprietes y amenazas, no es un dato alentador que siga al mando de las reuniones con los dirigentes rurales.

Las Asociaciones del campo siguen dando señales de acercamiento, al igual que la presidenta, que se pronunció con un tono más conciliador durante sus últimas presentaciones públicas. Pero los discursos de Kirchner acrecientan las diferencias y dividen más las aguas.

Es realmente llamativo como se diferencia el discurso de Néstor con el de Cristina (en los últimos días); no logro comprender que fines tiene el matrimonio con estos discursos disímiles y hasta contradictorios .

La Presidente pidió en uno de sus discursos en Plaza de Mayo "no desunir a los argentinos que quieren estar unidos, trabajando y solidarios".

Por otra parte, aparece el presidente (del PJ), y lanza un ataque enfático a las agrupaciones del campo, y continúa con esa postura soberbia de negar la otredad, y creer que su construcción de la realidad es la única. "El pueblo tiene que reaccionar", se le escuchó decir a Néstor Kirchner, y continuando con sus ideas de polarizar a la sociedad y acrecentar las diferencias entre los sectores sociales divididos por esta disputa con el campo, amenazó: "Tengo que estar en el frente de batalla, para defender a la Presidenta y a todos los argentinos".

¿Batalla?, ¿Qué batalla?, ¿Esa es la intención del presidente (del PJ)? No creo que haya una batalla; si hay intenciones de imponer lecturas divergentes del conflicto, pero esto está lejos de ser una batalla.

Creo que ésta no es la forma de llegar a un acuerdo. Con discursos totalitarios como los de Kirchner sólo se generan resentimientos, odios y rencores que no ayudan a mejorar al país.

Para mostrar otra de las disonancias entre los discursos de la presidenta y del presidente (del Pj), hay que analizar el tema de las consignas del pasado negro del país. Mientras la presidenta insta a no volver a ellas, el presidente (del PJ), asocia a las protestas rurales con los golpes militares que impusieron gobiernos de facto en 1955 y en el 1966.

Es una gran incógnita el futuro de las góndolas de los supermercados; por un lado el gobierno acerca posiciones, y por le otro las aleja bruscamente. Habrá que ver como planea hacerle frente a las negociaciones el nuevo ministro de Economía, que en su jura de ayer, sólo lanzó un tímido "Quédense tranquilos. Voy a hacer todo para que todo salga bien", para aquietar las aguas de los agitados días que se viven en el país. Vamos a ver en que bando se ubica Carlos Fernández, si del lado de los Moreno y los Néstor Kirchner, como indican la mayoría de los medios, o del lado del diálogo y la conciliación.

Por el bien del país, y para que no haya ninguna "batalla" como dice el presidente (del PJ), espero que el nuevo ministro se encolumne detrás de los que pretenden un país sin divisiones, que pregone por el bienestar general.

martes, 15 de abril de 2008

PARA SENTIRNOS DEL PRIMER MUNDO

Hace menos de un mes quedó aprobada la "estructura financiera" del proyecto para la construcción de un tren bala en el país. Esto viene desde el 2006, pero recien ahora se dio este importante paso.
Este velocísimo ferrocarril será el primero en latinoamérica, y constará unos 12 mil millones de pesos. En las obras estarán involucradas dos empresas francesas, y el primer tramo se inaugurará en el 2011, antes de que termine su mandato Cristina Fernández de Kirchner.
El gobierno va a endeudarse por 3900 millones de pesos por un crédito que pedirá a un banco francés, al que le otorgará a cambio bonos del Tesoro Nacional a 30 años ( es decir, que tiene 30 años de plazo para devolver el prestamo que realizará la institucion gala para construir el tren bala).

El tren unirá la Capital Federal con la ciudad de Rosario y tendrá como destino final Córdoba Capital. Con esta megaobra, nuestro país se pondrá a la altura de los paises del denominado "primer mundo".

El optimista proyecto generó bastantes reacciones de la oposión. Es difícil de entender como se gasta tanto dinero y el país se sigue endeudando con los problemas diarios que tiene la gente para viajar a sus trabajos u otras ocupaciones.

Las líneas de trenes comunes están en estado lamentable en algunos casos, y el gobierno destina mensualmente alrededor de 320 millones en conceptos de subsidios para las empresas privadas que están a cargo del "transporte público" .

Hay que tener en cuenta la suba en las tarifas que se realizó a principios de este año. Supuestamente le ayudaría a ahorrar casi 600 millones de pesos mensuales al gobierno ya que no tendría que subsidiar tanto a las empresas del sector, que con el aumento de ingresos por la suba de tarifas podría solventar mejor sus gastos y realizar inversiones, sobre todo en obras de infraestructura.

Pero como era de esperarse, esto aún no ocurrió, sólo se han incorporado algunas nuevas formaciones, pero los problemas estructurales siguen siendo los mismos.

Basta entrar a ver el blog que hicieron los pasajeros de la empresa TBA ("TBA ME MATA" se llama) para ver los problemas básicos y esenciales (que requieren una inmediata solución), que siguen ocurriendo, mientras el gobierno planea gastar un fortuna en un proyecto innecesario, que está lejos de ser inprescindible y que de ningua manera debería ser prioritario, como lo está siendo.

Por citar sólo un caso, en la estación de trenes de Campana no hay luz, y los alambrados dejan mucho que desear. Esto genera que la delincuencia sea moneda corriente en ese lugar donde se deberían realizar obras con carácter de urgencia.

Como el caso recien mencionado hay otros tantos que no pueden dejar de analizarse y solucionarse.

¿Por qué no empezarán por lo más chico y necesario, y que repercute en la vida de millones de personas que sufren diariamente el transporte público, en vez de ocupar tiempo y dinero en proyectos de importancia secundaria?

La gente viaja como ganado en trenes y colectivos y el gobierno se preocupa por un tren que se pondrán tomar unas pocas personas por las elevadas tarifas que tendrá. Pero claro, con esto el gobierno entra en la historia.

La autoglorificación personal y la vanidad que mueve a los políticos argentinos explica que pasen cosas como éstas en en nuestro país, el país de las desigualdades.

viernes, 4 de abril de 2008

TREGUA: MOMENTO PARA LA REFLEXIÓN

El campo decretó una tregua de 30 días en el conflicto que mantiene desde el 11 de marzo con el gobierno por la suba en las retenciones a las exportaciones de productos agrícolas.

Como bien lo indica la definición de la palabra, tregua sólo es una suspención temporal del conflicto. En este caso, los enfrentamientos entre la Federación Agraria, Coninagro, la Sociedad Rural y las Confederaciones Agrarias, con el gobierno de Cristina Fernánez, que provocaban numerosos cortes de rutas en el interior del país, se enfriaron por un mes.

Ahora llegó la hora de las negociaciones y el tira y afloje entre los bandos en disputa. Según dicen, las confrontaciones fuertes y mediáticas de los últimos días van a dar paso a debates más técnicos del tema.

¿Por que no se hizo esto antes, y se provocó todo este caos social, donde diversos sectores confrontaron duramente transportando nuestra memoria a momentos del pasado donde nadie quiere volver?
La atomización social que produjo el agresivo discurso oficialista, generó duros choques con consignas setentistas que no favorecen en ningún aspecto a la nación.

El gobierno, con el afán de ampliar las arcas del Banco Central, tomó esta medida de aplicar retenciones móviles sin antes negociar o consultar a las entidades del campo. Acrecentar las reservas económicas es algo primordial para el gobierno, por que pretende estar resguardado ante una eventual crisis financiera internacional, que ya esta empezando a sacudir a los mercados. Por eso toma este tipo de medidas fiscales para elevar las ganacias del Estado.

No estoy diciendo que ésto este mal, pero al menos deberían consultar y analizar los posibles conflictos que puede generar una medida de este tipo.
Los costos de este grave error de cálculo no parecen pocos; el desgaste de la imagen de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no fue menor.
La continua exposición mediática y los sucesivos discursos generaron crispaciones y malestar en muchos argentinos. El enorme despliegue del aparato peronista en la Plaza de Mayo, no fue bien visto. Pareció una innecesaria muestra de poder, en medio de una situación tensa que pedía otra cosa, algo más acorde a las necesidades, como puede ser una conferencia de prensa, pero claro, eso no existe en el diccionario del kirchnerismo. No hacía falta gastar todo el dinero que se habrá gastado para movilizar a toda esa gente y en hacer toda esa publicidad para que la presidenta dijera unas pocas palabras que no agregaron ni quitaron nada al discurso que venía manteniendo.

Además, la figura de D'Elia no hizo más que perjudicar la imagen del gobierno, que no hizo nada para mostrarse alejado de este eufórico dirigente piquetero. Sino todo lo contrario; como muestra de agradecimiento por "barrer" la Plaza de Mayo de manifestantes opuestos a la postura del gobierno en este conflicto, D'Elia estuvo en todos los actos y presentaciones que hizo la presidenta durante estos agitados días.

Por otra parte, se vieron fisuras en el kirchnerismo con las voces disidentes de gobernadores como Schiaretti (Córdoba), Oscar jorge (La Pampa) y Das Neves (Chubut), antes aliados incondicionales del gobierno. Estos mantuvieron distancia de las medidas anunciadas por el Palacio de Hacienda y no quisieron quedar pegados ante la mirada de la opinión pública.

Con todas estas consecuencias, resulta difícil entender como el gobierno no tomo los recaudos necesarios antes de anunciar la suba a las retenciones. Ahora parece que va a dar marcha atrás con la medida que causó las fervorosas protestas en el interior que pusieron en jaque al abastecimiento de alimentos en todo el país.

Alberto Fernández ya anunció algunas modificaciones que favorecerán a los pequeños productores, que representan el 80% del total, pero tan sólo producen el 20% de los productos agrícolas que se consumen y se venden al exterior.

Ahora habrá que ver como se producen las negociaciones restantes. La soja es el punto que genera la discordia y sobre lo que tendrán que debatir, si se sigue adelante con las retenciones móviles o no.
Espero que se reflexione sobre todo lo acontecido y que puedan llegar a un acuerdo, a donde deberían haber arribado antes de todos este caos que separo y dejó sin carne y otros productos a la sociedad, y que con menos de 4 meses de gestión, desdibujo y perjudicó la figura de la presidenta.