Desde esta nueva agrupación cuyos líderes se reconocen como marxistas-leninistas, negaron los hechos, dijeron no ser antisemitas, y se quejaron de la acción violenta de la policía, que arrestó a cinco de sus miembros.
Las consignas de este grupo de rebeldes eran contrarias al estado de Israel, al que comparan con la Alemania hitleriana, por sus políticas invasivas, negacionistas, y represivas hacia el estado palestino en la franja de Gaza, territorio en disputa desde hace varios años y en donde viven en condiciones desesperantes miles de palestinos.
Sin querer inmiscuirme en detalles puntuales acerca de este conflicto que genera miles de muertes de civiles por año en Medio Oriente, me interesa analizar la manera errónea con la que creo que estos grupos intentan manifestar sus ideas contra-hegemónicas que al menos deberíamos tener en cuenta para enriquecer nuestra concepción del mundo.
La violencia con la que se intentan hacer ver, genera un efecto contraproducente en la figura de estos pequeños grupos de idealistas que luchan contra el poder simbólico que occidente detenta en países como el nuestro.
En Argentina, donde los medios de comunicación están en su mayoría en manos de miembros de la colectividad judía, estamos empapados de discursos pro-occidentales que demonizan la figura de “los otros”, de esos “locos” que disparan al aire cuando festejan, que realizan atentados atroces contra blancos civiles para ganarse un lugar en el cielo, y que tienen bombas que pueden destruir el mundo entero pero que nadie sabe donde están. ¿Pero que hay de los ataques que Israel realiza con la ayuda de los Estados Unidos a zonas de poblaciones civiles en busca de liquidar a líderes de rebeldes religiosos?
En nuestra sociedad el discurso hegemónico, ese que articula el sentido de la vida misma de una sociedad, esta marcadamente infectado con la proclama etnocéntrica estadounidense que pretende llevar sus formas de dominación, sus convicciones e ideología a todo el mundo, por su ambición de expansionismo y poder.
De hecho seguramente muchos de ustedes estarán pensando que me he vuelto loco, y no comprenderán como defiendo a estos grupos de violentos, porque está tan incorporado en nuestros hábitos y en nuestras concepciones de la vida ese discurso occidental que pone el mote de “malo” a todo aquel que se diferencia de las ideas hegemónicas establecidas por los países dominantes, que no se nos hace posible escapar de dichos determinismos que moldean nuestro imaginario.
El problema es que los grupos revolucionarios que se expresaron de forma violenta contra los asistentes a los festejos del aniversario de la creación del Estado de Israel, se han quedado detenidos en el tiempo, y no han pensado formas superadoras de protesta o manifestación frente a quienes tienen el poder de instaurar una determinada forma de pensar acerca de la vida en sociedad.
De ninguna manera se puede justificar que para criticar un Estado que invade sin pretextos a otro y causa miles de muertes, se use la violencia. Se están poniendo en la misma actitud de quienes están criticando.
Es una paradoja que suele caracterizar a muchas minorías, que con este tipo de acciones dan letra a los grupos contra los que combaten dialécticamente, ya que para estos va a ser más fácil descalificarlos ante la opinión pública. Por eso se los va a acusar de forasteros, de antisemitas, de violentos, de forajidos, entre otros tantos calificativos negativos, y se los va a estigmatizar de tal manera que el discurso hegemónico no va a sufrir alteraciones.
Por eso estos grupos deben buscar ideas renovadoras para hacer visibles sus ideologías contrarias a las determinadas por los grupos de países poderosos que poco tienen que ver con nuestra cultura, pero que por la transnacionalización de información que hay producto de la globalización, cada vez se expande más fácilmente por todo el mundo.
Para entender esto hay que tratar de separarse de los medios informativos, y buscar las explicaciones atendiendo ambos lados de la balanza.
No nos quedemos con lo que vemos, vayamos más allá. Hay un discurso establecido que busca perpetuarse en el imaginario social, pero también hay nuevos aires de renovación que aún no encuentran la forma correcta de expresarse. Denunciemos eso, pero no denunciemos lo que piensan.
2 comentarios:
tenes toda la razon en lo q tratas de expresar en este articulo...
quienes son los verdaderos culpables?????
quienes los inocentes????
a quienes escuchar????
como entender lo q realmente pasa?
como ser neutral en todo esto?????
lo unico q me queda claro es q la violencia solo engendra mas violencia....y como decis vos deberian buscar otras formas de manifestar lo q sienten....
Quisiera saber cuáles son los medios de comunicación importantes que estan "en manos de la comunidad judía", decis que la mayoría, me parece que estas pifiando.
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