jueves, 6 de agosto de 2009

CONFLICTO GOBIERNO-CAMPO: MAS DE LO MISMO

Intransigencia, orgullo, poder, dinero, rencor, manipulación, máscaras, escasez de autocrítica, carencia de ideas, falta de apertura mental. Esto se me viene a la cabeza cuando pienso acerca del interminable conflicto gobierno-campo. De un lado se siguen proponiendo diálogos de dudosa productividad, y del otro lado se sigue alentando a la ruptura con el poder político de turno.
Esto a dejado de ser una lucha sectorial en materia económica, desde hace rato. Antes los dirigentes de la mesa de enlace pretendían justificar sus recurrentes protestas mediante este pretexto, pero ya quedó claro que es una lucha de poder.

Hugo Biolcatti, el presidente de la Sociedad Rural hablando de pobreza, y extendiendo los límites del debate inicial por las retenciones móviles a las exportaciones de algunos productos agropecuarios es una muestra de ello.

Las palabras del jefe de Gabinete Aníbal Fernández criticando la historia de la entidad nombrada anteriormente, también es una muestra de que hay algo detrás de esos 10 mil millones de pesos en disputa entre el fisco y las agrupaciones de productores rurales.

De todos modos, ya canso esta pelea de sordos. No hay capacidad de escuchar y generar políticas consensuadas. Nadie cede, quizá por una cuestión más de orgullo que de otra cosa a esta altura del pesado debate. O tal vez incapacidad.

Si no hay acuerdos en estos encuentros dialoguistas auspiciados por el gobierno, deberían acudir al Congreso con sus peticiones, como dicen que hacen los dirigentes agrarios, y limitar a ese recinto el debate, sin caer en espectáculos desagradables como el discurso de Biolcatti y su repentino interés por la pobreza.

Me causó el mismo desagrado escuchar salir de la boca de este dirigente representativo de los sectores oligárquicos, palabras compasivas con respecto a los que menos tienen, que cuando lo hace Cristina Fernández, la multimillonaria presidenta de la nación.

Se aprovechan de los pobres hasta en sus discursos. No sólo les son funcionales a la hora de votar, sino que también los usan para persuadir a la gente en que ellos son los buenos de esta película que posterga más de la cuenta su seguramente triste final, en el que los más favorecidos van a ser como de costumbre los que más tienen.

Me da lástima por la gente del campo de verdad, que Biolcatti haya quedado como la figura representativa de este sector que tanto trabajó y trabaja para el avance productivo de nuestro país.

Del lado del debilitado gobierno el panorama no es mucho mejor. Aníbal Fernández, el ladero de Néstor Kirchner encabeza las negociaciones, con la intransigencia que lo caracteriza. Ante las cámaras de los programas periodísticos se lo ve como un santo que procura la paz y el amor, pero puertas adentro difícilmente cambie su carácter poco proclive a los consensos. Sabe que no puede mostrarse desafiante ante la opinión pública luego de la derrota electoral que condenó justamente ese tipo de posturas, pero la esencia de las personas se mantiene a lo largo de sus vidas.


Veremos si el nuevo Congreso allana el camino de este conflicto que amenaza con generar (si no es que ya los generó) más problemas económicos y sociales de los que ya están presentes en el país. Hasta diciembre, fecha en que asuman los nuevos congresistas, no veo salida racional al tema. Las retensiones a la soja son un pilar de financiamiento que el gobierno no está dispuesto a ceder, y las rentas extraordinarias que genera ese cultivo es algo que los grandes productores agropecuarios no están dispuestos a compartir con los demás sectores y con los productores más pequeños del campo.

En el fondo, esta me parece una pelea entre un Estado que busca ese dinero para financiar cuestiones alejadas de las necesidades urgentes del país (como lo hizo hasta ahora según los muestran los índices crecientes de pobreza y desigualdad social), y sectores pudientes dentro del mundo económico que buscan mayores rentas propias, utilizando a los sectores más postergados, y persuadiéndolos con patrañas como las que se escuchan en los discursos más politizados del conflicto.

¿Izquierda vs. Derecha? No, son todos parte de lo mismo.

1 comentario:

gra dijo...

Tu final dice todo....
Ni derecha ni izquierda...no existen mas los ideales...los pensamientos diferentes....los principios...y sobretodo el sentido comun....la lucha es por EL PODER Y EL DINERO....AMBICION ILIMITADA.....
y como decis vos los q pierden siempre son los mas desprotegidos de este terrible sistema...cruel injusto...y tambien los laburantes....q dia a dia ven la corrupcion...la mentira...el verso politico....HAY ALGUIEN Q SIGUE CREYENDO EN ALGUN DISCURSO DE CUALQUIERA DE LAS PARTES?????
ME DUELE EN EL CORAZON MI ARGENTINA!!!!!...pero cada uno de nosotros somos responsables....