viernes, 14 de noviembre de 2008

VÍA LIBRE PARA LA CORRUPCIÓN

La semana pasada se pasó por alto o se tocó superficialmente un hecho indignante. Cuando en nuestro país la gente se entera de estas cosas, que a veces pasan inadvertidas, se debe generar tal frustración, que todo el descreimiento y el nihilismo al que nos llevan los políticos de nuestro país con todos su fraudes a la voluntad popular, y sus promesas incumplidas , se debe multiplicar.

El procurador general de la Nación, Esteban Righi, firmó la resolución 147/08, por medio de la cual se le recortaron las facultades a la fiscalía nacional de Investigaciones Administrativas (FNIA).



(Foto: Rigui junto a Kirchner cuando éste ejercía la presidencia.)


¿Usted dirá y con esto qué? Con esto se levanta la barrera para que los funcionarios públicos cometan todo tipo de acto de corrupción y que nadie los pueda investigar.

El fiscal Manuel Garrido, abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires, que estaba a cargo de la FNIA, era el encargado de entre otras cosas, de intervenir en casos de corrupción donde estén involucrados funcionarios de gobierno. A partir de ahora esto ya no será así. La Fiscalía sólo podrá participar de causas penales que se inicien a partir de denuncias formuladas por ella misma.

De este modo, no podrá investigar ni acceder a expedientes, ni sumarios, ni podrá solicitar medidas de prueba, ni presentar recursos en causas iniciadas por un tercero, como por ejemplo el caso Skanska (obra millonaria para la construcción de un gasoducto donde se habría cobrado "comisiones" extras), o las denuncias contra el INDEC (el instituto de estadísticas que se dedica a inventar las cifras de la economía de nuestro país).

Es una medida que atenta contra la regulación de poderes de la democracia. El Congreso ya está condicionado por los superpoderes, y ahora se intenta controlar al Poder Judicial para cometer delitos impunemente.

Justo ahora se viene el plan de obras públicas pergeniado por el presidente del PJ, Néstor Kirchner, y su aliado más acérrimo Julio De Vido, el ministro de Planificación. Obras públicas que según indican, se financiarán con el dinero extra que le entrará al gobierno cuando se dicte la ley de reestatización de las AFJP, y servirán para reactivar la economía en épocas de recesión mundial.

La sensación de preocupación invadió las declaraciones de la oposición y de jueces. No es para menos.

Con todo el daño que le hicieron al país, éstos políticos y sus antecesores han logrado hundir su credibilidad. Con estas medidas que afectan una de las pocas herramientas legislativas para controlar que la corrupción no sea una constante de los arreglos de funcionarios políticos con empresarios privados, más que hundir, sepultan los últimos granitos de esperanza que pueden llegar a inspirar nuestros políticos.

Ya lo hacen descaradamente, roban dinero, pero peor que eso, es el robo a la ilusión de los jóvenes que no tienen nadie en quien depositar su confianza. La visión de un futuro mejor se desvanece ante estos acontecimientos, el pesimismo resurge y se instala en la mente de los que tendrán que construir un país, al que cada vez ven con menos vías de escape ante tantos atropellos a la ética y la moral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE SE PUEDE ESPERAR DE ESTE GOBIERNO!!!!!
Es algo q no se puede creer...pero ya no nos sorprende nada!!!!
Para los jovenes...A PESAR DE TODO LO Q PASA...NO SE DESANIMEN...no pierdan las esperanzas de un mundo mejor...y sobretodo no pierdan las fuerzas para luchar por eso...