martes, 9 de junio de 2009

SIGUE EL CIRCO

La campaña que encaran los principales grupos o partidos políticos hacia las próximas elecciones legislativas sigue sobre los rieles de lo dantesco, lo burdo, lo vacío de contenido. Hay más preocupación por lo que hace, dice, o hizo el opositor, que por mostrar los principales atributos de cada sector del espectro de candidatos.

Las denuncias ante la cámara electoral por las aberrantes candidaturas testimoniales, la citación a indagatoria a De Narváez por la causa de la efedrina, la recusación al juez que lo citó a declarar al candidato de Unión PRO en la provincia de Buenos Aires, al que acusan de ser funcional al kirchnerismo, entre otras cuestiones, han mudado la escena política a los tribunales, donde los jueces no se atreven a quedar pegados en estas operaciones de uno y otro lado, por lo que deciden dejar que esta caótica campaña siga su bochornoso camino.

Además de basarse en la denostación del rival, hay una necesidad de estar, de hacerse ver, de mostrarse en cualquier ámbito, que permite vislumbrar una de las carencias de nuestro sistema político. Todo entra por los ojos, por lo que mientras más aparezcan en los medios mejor, no importa que están haciendo, si caminando alrededor de grupos de personas que buscan un paliativo a sus carencias, o si están bailando con sus imitadores en el programa de Tinelli. Que uno de los costados de las campañas se basen en el acercamiento al público es respetable, pero que todo gire entorno a eso es deleznable.

La patética aparición de De Narváez en "Gran cuñano", el programa donde se imita a los principales políticos del país, marca la pauta de hasta que punto están los políticos dispuestos a realizar cualquier cosa con tal de que millones de personas los vean. Al presentarse en el programa de Tinelli, con promedios de 25 puntos de rating, se aseguran que cerca de 6 millones de personas los están viendo, están apreciando el lado humano de las figuras de la escena política, su lado oculto, su "esencia".
Pero, ¿es esto lo que realmente importa de los políticos? ¿No deberíamos interesarnos por sus propuestas, que hasta ahora no se han escuchado ni se escucharán? Ellos saben que a la sociedad no le interesa esto en su gran mayoría, por eso fomentan esta apatía política mostrando sus facetas personales, cuando lo que debería interesar es su desempeño público. Saben que con sólo estar, mostrarse y logrando que la gente los vea les basta para alzarse con el poder.

Habría que reflexionar como sociedad, porque este tipo de campañas desagradables las llevan a cabo por que son efectivas, por que son bien recibidas, porque hay una demanda de esto.

Además de la responsabilidad de los políticos que fomentan esto, alentando el alejamiento del involucramiento de los ciudadanos en cuestiones políticas, dejándolas de lado y jugando a ser "personas comunes", hay que reflexionar acerca del papel de los medios de comunicación y del periodismo en la funcionalidad con respecto a estas prácticas.

¿No estaré contribuyendo a esta política burda escribiendo estas líneas? La misma pregunta deberían hacerse los grandes comunicadores, pero claro que esto no les interesa. Los medios son manejados por empresarios, que buscan optimizar sus ganancias, el contenido de lo que exponen poco les preocupa, sólo quieren vender, y estas prácticas de agresión al rival y a la espectacularización de la política, vende.

¿Para qué van a salir de este modelo en el que están tan cómodos? Si no hubiera consumo tendrían que reconfigurar el modelo de negocios, pero como hacer que millones de personas se vuelquen a la política con tantas falsas promesas y desilusiones que han vivido, y que prefieren tomarse todo con humor. Vaya dilema.

Los medios no dan espacio a la verdadera política, el escaso lugar que le asignan es más por vergüenza que por convicciones. Esto es alarmante. ¿Por que no hay lugar para los pequeños partidos que se rompen el alma para realizar sus campañas y hasta ofrecen ámbitos de discusión de ideas con sus escasos recursos? Es claro, esto no vende, al no vender, no está, y al no estar jamás se volverá popular, y continuará en las penumbras viendo como los que si tienen acceso a los medios, los poderosos, siguen ampliando sus números de votantes, por el sólo hecho de estar, sin siquiera presentar una idea de lo que piensan.

Ese es el modelo que tenemos, hay algunos signos positivos de cambio, de nuevas figuras, pero no todos tienen acceso a estas nuevas caras de la política, ya que no son atendidas en los medios.

También están aquellos que con largas trayectorias buscan combatir este sistema, pero que desde hace años no logran transformarlo. Solanas, Ripoll, Zamora, Lozano, son algunos nombres que se me vienen a la cabeza, entre los tantos luchadores que hay debajo de esta carcaza vacía y burda de la política, que de diferentes maneras (buenas o no, no sé), proponen replantear el escenario.

Va a ser difícil que algún día esto cambie, y ese cambio tiene que empezar por la sociedad, que debe involucrarse más, plantearse dudas acerca de lo que tenemos, básicamente, pensar, para después actuar.

1 comentario:

gra dijo...

hace poco lei q el gasto de las campañas de De Narvaez y de Kirchner cada uno salio alrededor de 15 millones de pesos....
me pregunto....A CUANTAS PERSONAS SE PODRIA DAR DE COMER CON ESTA PLATA!!!!!!!
es inutil...LOS ARGENTINOS NO TENEMOS ARREGLO.....