viernes, 20 de marzo de 2009

UN ANUNCIO QUE BUSCA EMBARRAR LA CANCHA

La presidenta anunció ayer la creación del “Fondo Federal Solidario”, que se encargará de distribuir o coparticipar a las provincias, el 30% de lo que el gobierno nacional reciba por los impuestos que cobra a las exportaciones de soja. Según explicó Cristina Fernández, cerca de 6.500 millones de pesos (el 30% de lo que ingresa al fisco por las retenciones a la soja) van a ser remitidos directamente por el Banco Nación hacia las provincias para realizar obras de infraestructura social.

La mesa de enlace y la oposición rechazaron el anuncio, al que tildaron de “electoralista”. Según los dirigentes rurales, el gobierno busca dividirlos de la sociedad y hacerlos quedar como que nada les viene bien. Los cortes de ruta ya se hicieron sentir en muchas provincias porque creen que este anuncio no soluciona los problemas de fondo de los pequeños y medianos productores, sino que busca “poner la plata de la soja en la campaña electoral”, según palabras textuales de Eduardo Buzzi el presidente de la Federación Agraria.


Las entidades del campo anunciaron hace instantes un paro de siete días en los que no comercializarán granos, oleaginosas ni ganado, pero no cortarán rutas, algo que es difícil de sostener ante el creciente malestar de los pequeños productores que no ven otra forma más coherente de manifestarse.

La medida en los papeles no es mala, como tantas otras que impulsó el gobierno, pero lo que está pasando en estos momentos es que hay una crisis de credibilidad y legitimidad de los funcionarios del oficialismo, que nadie les cree que realmente vayan o quieran compartir los ingresos del fisco.


Tiene mucho olor a política electoral este anuncio. El gobierno está buscando recuperar la lealtad de aquellos senadores y gobernadores de las provincias que se habían alejado por el conflicto del campo. Por eso les da esta posibilidad de administrar los ingresos de las retenciones a la soja de manera conjunta, y de esta forma, los reclamos de muchos dirigentes que decían que los recursos de sus provincias iban a parar a la caja nacional kirchnerista y no recibían nada, quedan desarticulados, sin la necesidad de rebajar las retenciones.


Igualmente hay muchas dudas de cómo va a evolucionar este fondo, ya que hay provincias sojeras como Córdoba, que recibirían menos de lo que ceden al fisco, y el 30% prometido parece escaso para todas las provincias.


Es una jugada que puede llegar a generar problemas en cuanto a las manifestaciones y paros que ya anunciaron desde el campo. El gobierno está buscando que se produzca un quiebre entre la opinión pública y la mesa de enlace de cara a las elecciones de junio donde el principal capital con el que va a contar la oposición es su cercanía a los dirigentes rurales. Es triste pero es así. Una vez más se va a producir el “voto bronca”, muchos electores van a optar por el “menos malo”, o cualquiera menos el oficialismo.


Pero los cortes de ruta, injustificables a esta altura, van a producir un efecto de disgusto que el gobierno pretende capitalizar. Las “bases” no ven otra alternativa, ya que en el Congreso, el oficialismo cobardemente no dio quórum para que se trate un nuevo proyecto para reducir y en algunos casos eliminar las retenciones.
El gobierno está embarrando la cancha, y habrá que ver como se posicionan los actores políticos que estaban distanciados, con esta medida a la que difícil oponerse.


Desde el gobierno insisten con el discurso de que no pueden atender todas las demandas de un sector de la sociedad y la economía, y que deben gobernar para todos. Desde las entidades rurales, se quejan de que sólo sus ingresos son los que se distribuyen entre los demás sectores.
Néstor Kirchner sigue con sus discursos agraviantes y que tildan a los sectores rurales de egoístas por no querer compartir sus rentas extraordinarias.

Adhiero a la idea de que las ganancias se distribuyan entre todos los argentinos, pero porque no se distribuyen los innumerables ingresos que tuvieron las empresas afines al kirchnerismo como Electroingeniería, o mismo el patrimonio del matrimonio que gobierna que ya supera los 17 millones de pesos, y que hasta hace 6 años no llegaba a los 2 millones. ¿Eso no se toca? ¿Eso no habría que repartirlo también, o al menos el 35% de esos millones que tienen los Kirchner?

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