jueves, 29 de octubre de 2009

ASIGNACIÓN UNIVERSAL POR HIJO Y REFORMA POLÍTICA: EL GOBIERNO TOMA LA INICIATIVA, AHORA LE TOCA ACTUAR A LA OPOSICIÓN

El gobierno de Cristina Fernández ha hecho dos anuncios en las últimas horas que van a mostrar hasta que punto la oposición en nuestro país es oposición por convincciones ideológicas y por principios morales y políticos, y hasta que punto son oposición por cuestiones vinculadas al poder y a las ambiciones personales. Los anuncios en cuestión son los referidos a la reforma política, y a la asignación universal por hijo.

“Asignación universal por hijo para protección social”

Esta medida, implementada a través de un decreto, o sea, que ya está en vigencia y no se discutirá en el Congreso, determina la asignación de $180 para los menores de 18 años, de familias en la que los padres estén desocupados o se desempeñen en empleos informales y que no reciban ningún otro beneficio estatal.

La oposición venía reclamando una medida similar, pero siempre hay reparos. Según varios referentes de los partidos alejados del kirchnerismo, esta forma de implementar la asignación podría fomentar el clientelismo político, uno de los males de nuestro sistema electoral. Entre las voces que ya pusieron el grito en el cielo una vez más ante las acciones del gobierno nacional se destacaron las de Adrian Perez, jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, y la de Gerardo Morales, el jefe del radicalismo.



Ambos criticaron la “focalización” de los programas sociales. Se refieren a que estos no son universales como su nombre lo indica, ya que sólo son para desocupados, de modo que se prestarian, estos nuevos paquetes de ayuda a los más necesitados, para cambiarlos por votos. Esta zona gris que se abre ante la asignación a sólo una parte de los jóvenes (sólo a aquellos con padres desocupados) se eliminaría si este programa se entrega a la totalidad de menores de 18 años según pregona la oposición.

Es enriquecedor el aporte de los partidos opositores en este sentido, cuando aportan con planteos específicos, ideas claras, y no cuando critican destructivamente movidos por ambiciones de poder alejadas de las necesidades del pueblo.

Pero así como es enriquecedor el aporte crítico, también seria enriquecedor que en algún momento la oposición, y todos sus referentes, logren algún tipo de concenso con el oficialismo, sobre todo en cuestiones en las que nadie puede mostrarse en contra ya que atienden problemas básicos como el de la pobreza. Sería un gesto de grandeza reconocer algún proyecto o alguna medida del gobierno nacional, le haría bien a la democracia de nuestro país. Esto no le quitará 1 o 2 votos a ningún candidato, creo que todo lo contrario.

Reforma política

Con el tema de la reforma política sucede algo similar. Los antecedentes de los Kirchner impiden que la oposición ceda en algunas de sus peticiones o reclamos, y le haga un guiño al gobierno nacional para lograr que el proyecto de ley que envió el oficialismo al Congreso, se mejore y se nutra con un gran acuerdo multipartidario. Parece algo utópico en nuestro país, pero señales de ese tipo las viene dando el gobernador socialista de Santa Fer, Hermes Binner, que ante cada proyecto que juzga como positivo para la nación, se proclama a favor, y no busca reparos en nombre de banderas partidarias, ni se fija en si esa forma de actuar puede afectar su pretensiones personales en la política. Lo que considera bueno, lo apoya, no importa de donde provenga.El proyecto de reforma política implica la reformulación de una serie de reglas elementales de nuestro obsoleto y defectuoso sistema democrático.







Obviamente, como toda creación humana, tiene errores, pero no por ello hay que desconocer sus aciertos. Entre otras cosas, preve que haya elecciones primarias, abiertas simultáneas y obligatorias para elegir las candidaturas para presidente, vice, diputados y senadores nacionales. Esto significa que entre 30 y 60 días antes de las elecciones, se realizaran unos comicios donde las boletas de todos los precandidatos de todos los partidos estarán en el cuarto oscuro, y cada votante elegirá entre todos ellos sólo por uno (el requisito que deben cumplir los precandidatos es que para competir deben presentar adhesiones de 1 persona por 1000 del padrón, esto es alrededor de 28 mil personas, en 5 distritos diferentes). El precandidato de cada partido que obtenga más votos dentro de esa fuerza, será el posterior candidato a presidente o vice o diputado o senador, simpre y cuando esa agrupación obtenga el 3% de votos del padrón (unos 600 mil votos). Para que quede claro con un ejemplo, si el Partido Justicialista presenta 3 precandidatos para las presidenciales del 2011, entre ellos Duhalde, Kirchner y Macri, las boletos de los 3 estarán en el cuarto oscuro el día de las elecciones primarias, y será candidato el que más votos saque. El resto no podrá competir en las elecciones presidenciales.

Otro de los puntos sobresalientes, y uno de los más discutidos es que los partidos políticos, para mantener su personería (esto es, para continuar siendo partidos como institución) deben estar reconocidos en 5 provincias y debe demostrar cada año que tiene afiliado al menos al 1 por mil de padrón (unas 28 mil personas). “Detrás de una causa noble, se esconde el degüello de todas las fuerzas pequeñas, esto no es asegurar democracia, sino el aparato del bipartidismo”, sentenció Pino Solanas.

Estas declaraciones condensan la sensación de todos los pequeños partidos ante esta iniciativa, ya que se verán imposibilitados de seguir funcionando como tales antes las nuevas exigencias, ya que muchos de ellos sólo tiene representación en una sola provincia, y no llegan a los 28 mil afiliados. Esto es peligroso, ya que una democracia libre, sin barreras debería dejar actuar a todas aquellas organizaciones que expresan los sentimientos y las ideas de las minorías que no se ven representadas en los grandes partidos (el PJ y la UCR).

La propuesta, que se debatirá en el Congreso, también determina que se podrá hacer propaganda electoral sólo en los 20 días previos a las elecciones primarias, y en los 25 días previos a las elecciones generales. También fija que no se podrá contratar publicidad audiovisual en forma privada, ya que el espacio para la propaganda será cedido de manera gratuita por canales de radio y TV y el Estado los distribuirá. El 50% irá para todos los partidos que participen, de manera igualitaria, y la otra mitad se repartirá de acuerdo a las últimas elecciones, para las fuerzas que más votos hayan obtenido.

Otro punto interesante es el de las encuestadoras, que deben registrarse e informar quién y cuánto le pagó ante cada trabajo que realice, y los medios deberán dejar de difundir encuestas 15 días antes de los comicios.

Son todas cuestiones con mucha tela para cortar, y la oposición, en vez de rechazar de raíz este proyecto, diciendo que es una traje a medida de la candidatura de Kirchner en el 2011, debería introducirle otras cuestiones a la iniciativa, como pueden ser la regulación de la publicidad oficial, o la implementación de la boleta única. Es hora de que la oposición también aporte para el beneficio de todos. Desde el oficialismo se está intentando tomar la iniciativa política antes del recambio parlamentario luego del cual perderá la mayoría en el Congreso.

En vez de observar todo con desconfianza (pero tampoco siendo ingenuos), la oposición debería colaborar con lo suyo para que al menos se avance en algunas políticas de Estado. Son medidas que no pueden hacerse esperar, y no importa de quien provengan, sería un gesto de grandeza que la oposición de una vez por todas reconozca algo del oficialismo, y lo acompañe para lograr acuerdos que favorezcan a todos los argentinos.

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